ORIGENES DE LA REGLA DE OSHA O SANTERIA:

La regla de la ocha o santería, tiene como base primaria a la mítica África, donde algunas comunidades están agrupadas en tribus, estas tribus al igual que todas las comunidades en el universo tienen sus culturas desarrolladas de diversas formas, dentro de esas culturas no puede faltar la parte religiosa o mística, que se transforma en identidad del ser que habita o confluye en determinada esfera social o geográfica.
Con el sistema de esclavitud que impero en el mundo en siglos pasados, una de las regiones mas subyugadas fue precisamente el África, fueron miles los nativos sustraídos de sus tribus que siendo enviados a lo alargo y ancho de la tierra especialmente en el nuevo mundo, donde se necesitaba manos fuertes y laboriosas que aportara a la explotación de las riquezas de la nueva colonia. Pero lo que nunca se imaginaron los colonizadores fue que aquellos esclavos, no solo aportarían su fuerza de trabajo, si no que su aporte sería tan o mas grande que la explotación de las mismas tierras conquistadas, porque con ellos viajo su cultura, que es lo mismo que decir ellos se trajeron sus costumbres y obvio que dentro de esas costumbres no podía faltar la parte religiosa.

“Adorad a Dios, nuestro Dios, que es el verdadero Dios, que nos quiere tanto que ha enviado a su hijo, ese hombre que veis clavado en esa cruz, que derramo su sangre por nosotros para darnos la liberación del pecado”. Imagino la cara de incertidumbre de muchos de los esclavos, cuando el evangelizador le decía aquellas palabras ya que sus dioses estaban relacionados con otro tipo de hechos, de forma, de estructura, que al igual tenían a un creador divino, pero verlo en esos términos era imponerles algo mas que cadenas, era cercenarles parte de su espíritu de su creencia de su misticismo.
Pero como el hombre por naturaleza es inteligente y aquí quedo demostrado, cuando después de tanta resistencia y maltrato, el negro esclavo entendió que no ganaba nada tratando de oponerse a tales imposiciones, decide adoptar como suya, la religión del hombre blanco, pero sin abandonar nunca la suya, la africana.
Adoradores de deidades interrelacionadas con la naturaleza, dioses dueños de los rayos, de los vientos, mares, ríos, la tierra, entre muchos otros, hacían parte de sus cultos, a quienes les pedían favores a cambios de ofrendas para de algún modo gratificar o congraciarse con aquel dios; para que nunca lo desamparara en su afortunado o desafortunado destino.

Estos ritos, de los cuales solo ellos sabían, fueron transferidos de generación en generación, hasta llegar a manos u oídos de los nativos e inclusive de los mismos colonizadores; quienes siglos después, muchas de sus generaciones harían parte de esta religión africana.
Pero estudios llevados a cabo por parte de conocedores de la religión, como Cecilio Pérez (Obá Ecún), dicen que la religión se remonta a las primeras dinastías egipcias; se cree que es mas antigua que el cristianismo. Dice el señor Cecilio en su libro Addimu, Ofrenda a los Orishas, que es algo mas que la obra de unos negros o mulatos; que hay un trasfondo de reencarnación en las religiones ancestrales de pieles negras, que se empieza con equidad y se extiende por muchas de las tribus, como los Yorubas, Bantus, Bambaras, Ewe, etc.

En el mundo hay gran desencanto con el cristianismo, se percibe una tendencia del hombre a buscar refugio en el mundo de lo irracional, lo perdido, el curanderismo, la brujería y la magia; dice Cecilio Pérez en otro aparte de esta valiosa obra informativa.
Ahora bien, podemos concluir, diciendo que la santería es tan o mas milenaria que el mismo cristianismo, que no es solo obra de negros africanos ignorantes, sino que culturas tan desarrolladas como las egipcias, la practicaron, que cada día gana mas adeptos en países tanto del nuevo, como del viejo continente.